El año pasado desde el àrea de inclusión social del Ayuntamiento de Lleida, empezamos a trabajar en el proyecto ¡Guau! https://agorats.com/guau-una-de-amor-por-navidad/

Un día de diciembre del 2018, Pedro, una persona sin hogar participante en el proyecto, nos decía:

-Hoy cogeré este, el que tenía la semana pasada ha sido adoptado, en éste… pues no me había fijado antes…. ¡Necesita ir a la peluquería, como yo! Y nos reímos. –mira, ¿ves?, es un perro nervioso, yo soy hiperactivo. Ahora está feo, pero pronto estará bien

-Venga, a ver si te encontramos pronto una casa, -le dice al perro, sonriendo-.

Glups. No entiendo por qué, però en momentos así, espontáneos y potentes, sus expresiones me provocan un nudo en la garganta.

1Y es que consiste en algo tan fàcil y a la vez tan difícil como generar vínculos entre las personas muy vulnerables y animales tan vulnerables como ellos. Entrenarlos, acariciarlos, darles seguridad y afecto para poder encontrar una familia adecuada de adopción, es decir, un hogar, y salir con la cabeza bien alta del Centro de Acogida de Animales de Compañía (CAAC), con su nueva familia.

((Si quieres adoptar un perro en Lleida, pide que sea de los del proyecto, porqué son perros entrenados desde el cariño y la pasión de personas que lo han dado todo para que cada perro forme parte de un hogar)). Es nuestro proyecto GUAU: Personas en situación de sin hogar cuidando a perros sin hogar.

Alba Marqués, la Educadora social responsable del proyecto, escribe un post para àgora, en 1a persona y desde los miércoles al sol en el patio del CAAC. ¡Gracias Alba por el post!

Siempre me han gustado los perros. Yo tengo una. Me la regalaron dos mujeres en situación de sin hogar cuando las fuimos a visitar a su campamento, por si necesitaban algo. Nos dijeron:

-No necesitamos nada, gracias, pero nuestra perra ha dado a luz, así que solo necesitamos que te lleves un cachorro, porqué nosotras no podemos hacernos cargo de todos.

Y así fue, después de saber que habíamos nacido el mismo día que decidí llevármela .

Meses después, yo daba luz el Proyecto GUAU.2

Los miércoles a las 10h. esperan en la furgoneta que los lleva hacia el centro de acogida de animales de compañía. Aquellos que algunas veces no vienen porqué no se acuerdan, o les da pereza…, se sienten motivados para ir al centro a cuidar y educar perros ¡incluso si llueve! Y es que la motivación es la clave.

Saber que hay alguien que los espera, que se pondrá contento, se les echará encima y les llenará toda la cara de “babas” y amor, es emocionante. Sentirse útil es importante, y así es como se sienten ellos y ellas cada miércoles.

Y no sólo hablo de ellos, hablo de mí, me encantan los miércoles por la mañana. Me encanta ver que mi trabajo sirve para algo. Mi perra me aportó mucha luz en su momento y estos perros también lo hacen con ellos.

Me encanta ver como José, que siempre está triste y sin ganas de nada, sonríe y nunca falta a la cita. Me encanta que se emocione diciéndome que le da mucha pena que los perros se vayan, porqué les coge mucho aprecio, pero que se alegra que vayan con una familia, porqué estar solo es una mierda. Dice que “lo dice por experiencia”.

Me emociona que Mario, que rara vez tiene palabras amables, diga que el mejor momento de la semana es cuando entramos en el centro, y el peor, cuando volvamos a poner a los perros a sus jaulas.

Me ilusiona que David, que vive solo y no tiene demasiada red familiar ni de amistades, quede un poco antes para tomar un café con uno de los otros participantes, una excusa como otra. ¡Bien por David!

Que Manuel, que lleva mucho tiempo parado y afirma que no sirve para nada, diga que ahora se plantea trabajar como paseador de perros.

Me gusta ver como Carlos, que no habla casi nunca, se pone en un rincón y susurra a su perro durante un buen rato. No hace la actividad que hemos propuesto, pero  que más da … este en el fondo, no es el objetivo. Se comunica con el perro, en privado, o le acaricia en silencio, alternativamente. Diría que es el único espacio en el que Carlos se comunica con alguien y recibe afecto.

Hay otro participante que nos ha bautizado como la “patrulla canina”, porqué, sin querer, ya nos hemos convertido en un grupo. Este mismo se tira por el suelo jugando con los perros y corre detrás de las pelotas. A veces pienso que parece el niño que no pudo ser en su momento.

Algunos no se callan la emoción que tienen con el proyecto. La directora del albergue me dice, en broma:

-A ver cuando termina el GUAU, que tengo la cabeza como un bombo con Jose María, ¡todo el día viene a hablarme de los perros!

Dicen que perros y dueños se parecen, y es cierto que incluso ellos, que saben que no se quedarán en el perro, terminan eligiendo un perro que habla mucho de ellos. Así los definen:

-Hay uno muy despeinado y sucio, pero es muy simpático, ¿no?

-Hay uno que es muy grande, da hasta miedo, pero ¿te has fijado en que es muy tierno y cariñoso cuando te coge confianza?

-Hay uno  que no hace caso a nadie, hace lo que quiere, lo que le da la gana…va por libre, que le vamos a hacer, ¿no?

seguramente no es un buen momento para el. Habrá que esperar a la semana que viene…

– Hay otro que se muestra rígido y desconfiado, pero a la que muestra un poco de cambio, ¿¡has visto?¡que alegría!

…. y es que animales y personas somos más parecidos de lo que creemos, con nuestra parte de cal y de arena, con nuestras capacidades y defectos.

IMG-20191006-WA0000 (3)Seguimos avanzando con el objetivo de empoderar a las personas sin hogar, un año más de ilusiones  y sueños cumplidos. Hasta nos hemos lanzado a participar comunicando nuestro ¡Guau! en la VI Jornada I.A.A, declaradas de interés científico-profesional por el Departamento de Psicología de la Universidad de Jaen y la Dirección del Máster Universitario en Intervenciones Asistidas con Animales, que se consolidan año tras año como uno de los puntos de encuentro para profesionales de las Intervenciones Asistidas con Animales.

Nuestro GUAU ha despertado mucho interés, estamos muy felices.

Alba Marqués