El compañero Marc Garcia ha realizado la crónica del 1r Correbars del Àgora de Treball Social de Lleida. seguro que dá que pensar
Esta vez, los miembros del Ágora de Treball Social de Lleida, organizamos una jornada lúdico-festiva en que prácticamente se daba por finalizada la “regular season” dels parlem de… y se daba por iniciada la temporada de verano, vacaciones, terracita y cañita fresca.
Con el objetivo de unir este fin-inicio de ciclos, se planificaron al más puro estilo (coincidiendo con los eventos ciclistas por excelencia) etapas en diferentes bares de la ciudad. Dando primeramente el mando del pelotón a los alumnos del Grado de Trabajo Social, donde presentaron una interesante propuesta: proponían tratar, en forma de pequeñas píldoras, dudas escritas en una nota de forma anónima por los asistentes a la primera parada.
Siendo los siguientes temas a tratar los que surgieron:
- ¿Empatía es simpatía?:
De si empatizaremos siempre en nuestro ejercicio profesional y qué ocurre si esto no sucede. Siendo pues la diferencia entre empatía y simpatía el eje del primer e interesante debate. Abordar el tema de la empatía y de cómo el/la profesional del Trabajo Social afronta las situaciones en su día a día supuso un tema de debate largo y tendido. Llegando a un consenso en las herramientas que se deben o deberían tener, para no traspasar la línea en una atención. Es decir para pasar de ser empático y profesional a ser una persona simplemente “simpática”. Cuidado, que entendemos que en la profesión del Trabajado Social, la simpatía debería ser una habilidad social vehicular a tener en cuenta y practicarla todo lo posible. Así pues, se estableció que la combinación de: La actitud + las técnicas profesionales + las experiencias propias como base, serían fundamentales para poder entender el relato con que nos encontramos en nuestra cotidianeidad profesional, de la forma más empática posible.
- Destino profesional y la formación; de la teoría a la práctica:
Aprovechando que en esta primera parte de la jornada la batuta era para alumnos interpelando a profesionales con dudas e inquietudes, surgió otra interesante reflexión sobre “el pánico escénico” es decir, dar el paso de la facultad al ejercicio profesional. Situación que los y las profesionales que allí estaban, aprovecharon para explicar sus experiencias y como superaron ese momento de duda e incertidumbre por el que inevitablemente se va a pasar o se ha pasado.
Las reflexiones sirvieron para llegar a unas conclusiones que si bien no aseguran que dicha transición sea un camino de rosas, si sea una fase menos traumática de lo que puede llegar a ser:
- Muchas veces la entidad o servicio donde por primera vez se consigue ejercer no es ni la que se quería, ni aquella con la que más feeling se ha sentido a lo largo de los estudios y no por eso debemos sentir que no se hará bien. Debemos tener una actitud abierta, de aprendizaje y proactiva.
- Si bien es cierto que a la hora de la o las primeras experiencias laborales se carece de experiencia, los años de formación en la facultad dotan de herramientas y conocimientos para que en esa transición tengamos seguridad en nosotros y nuestras capacidades. Así que la debemos aprovechar la formación al máximo… 😉
- Debemos hacer una introspección profesional y personal, para poner encima de la mesa el dónde, cuándo y cómo estamos en ese servicio o entidad, con el objetivo ejercer éticamente.
- Compañerismo, ese tema que despierta “amor-odio” y que casi daría para un monográfico… Pero debemos ser compañeros, no solo por tener un buen ambiente laboral, eficiente y agradable, si no, por y para las personas que usan el servicio y entidad.
Terminadas las cañas que había encima de la mesa y con cierto retraso sobre el planning previsto, la comitiva de Trabajadoras y Trabajadores Sociales del Agora de TS de Lleida, encaminaban la segunda etapa del Correbars. Por suerte la distancia era corta y la deshidratación o las temidas rampas no hicieron acto de presencia.
Siguiendo el modelo del primer bar, esta ocasión la dinámica sufría alguna pequeña modificación. Consistía en apuntar dudas e inquietudes personales sobre la profesión en papeles, los cuales eran escogidos por la mano “notaninocentedeIsma” para ser tratados en forma de debate abierto, donde se pudieran confrontar y discutir diferentes puntos de vista. Los temas que ser trataron y lo más destacado fue lo siguiente:
- ¿Son los servicios sociales y entidades actuales estigmatizadoras? Entendiendo estigma des de un punto de barrera para llegar a la población, que la frena en gran parte para acercarse a los mismos para no ser señalados como “el usuario de…” ¿Como sociedad nos centramos entonces en el problema o en las capacidades de las personas a la hora de valorar quien acude a según qué tipo de servicios o entidades? El debate se ponía cada vez más interesante y seguían surgiendo respuestas-dudas-respuestas dentro de respuestas-dudas, al igual que una mamushka rusa…
A modo de ejemplo, se entabló un debate para valorar la “peligrosidad” del estigma del gueto de un servicio muy específico, contra las plataformas genéricas de afectados por alguna necesidad… junto al papel de las RR.SS y medios de comunicación al tratar ciertos temas según el share que puedan obtener…
- Hay mucho cuñao… sería la respuesta que se podría dar para el ranciofact (Término acuñado por el dibujante Pedro Vera para ilustrar aquellas situaciones rancias de la vida…) de “es que los Trabajadores Sociales sois unos perroflautas…” Está claro que tenemos como profesión un estereotipo y prejuicio de muchas personas, donde se mezcla quizás una gran parte de un idealismo sobre la profesión y desconocimiento del trabajo del día a día. Tema que se fundió con el siguiente tema que salió a la palestra complementando este punto perfectamente.
- Yo, es que no podría trabajar de lo tuyo… El tema empezó con intensidad. Poner encima de la mesa, aparte de las cervezas frescas, la cuestión sobre la necesaria vocación para trabajar “de lo tuyo…” o si simplemente podía ser una faena más.
A más nos planteamos que era eso de “lo tuyo…” Querido/a lector/a, plantéate la siguiente pregunta, especialmente si no eres Trabajador/a Social: ¿Qué crees que hacemos en el trabajo los/las TS? A lo largo de los minutos y al igual que el primer bar, las preguntas descubrían dudas y opiniones diferentes, interesantes, válidas y que a continuación se proponen para quien se anime a su reflexión:
- ¿Es el colectivo o es el lugar de trabajo cuando a un TS le dicen que no podrían trabajar de ello?
- ¿Sabe la sociedad en general cual es la faena de un/a TS? ¿Si? ¿Seguro? Cuando aún somos “los Asistentes…”
Compañerismo… ¡vaya tema!
Un tema que durante la jornada apareció y siempre despertó sentimientos encontrados. Por un lado, un consenso general compartía sobre lo fundamental que es el compañerismo en una profesión como es el Trabajo Social. Por otro, las dudas sobre las diferencias, buenas o malas, entre compañerismo y / o trabajo en equipo. ¿Fomentamos ya desde las facultades el trabajo en grupo, el compañerismo o la competitividad?
Si bien el tema era visto con ciertos matices por cada persona, donde su experiencia vital y profesional le daban una tonalidad de gris distinta, todo el mundo compartió la preocupación sobre el movimiento que impregna a la sociedad y que va penetrando incluso a profesiones, donde a priori no debería existir como la nuestra, y que no es otro que la meritocracia. ¿Estamos entonces programados para competir entre nosotros?
Cerrando así la segunda etapa de la jornada y emplazándonos a por la tercera y última, donde se oían tambores de rumba y fin de fiesta.
En esta tercera y última parada, se realizó la reflexión final de toda la tarde y que se resume en un “ si se puede!” Pese a que durante las anteriores horas se había debatido sobre dudas, miedos, incertidumbre y aspectos que constantemente como personas y como profesionales del Trabajo Social debemos enfrentarnos a diario y como el hecho de hablar entre nosotros, compartir experiencias e incluso escribir sobre aquello que hacemos, puede ser una herramienta de bienestar personal, profesional y formativa.
Un ejemplo de ello, fue la presentación del libro “Cuando el Trabajo Social es literatura. La narrativa como creación y herramienta de aprendizaje” de Nau LLibres. Donde a través de la literatura encontramos experiencias de profesionales del Trabajo Social y que nos ayudan a comprender unas realidades y situaciones, que a lo largo de todo este relato del Correbars se han ido poniendo encima de la mesa. ¡Así, que a leerlo!
Así y de esta manera terminó el 1r Correbars d’Agora de Treball Social de Lleida, donde acompañados de la música en directo del grupo “Kon Sabor”, Javier Sarvise y Pepito Pujol, premio Àgora Kon Talento, y al ritmo de Insurreción, del Último de la Fila, y sirviendo como inspiración para el dia a dia de aquellos/as Trabajadores/as Sociales que siguen en la trinchera con lo poco que tienen, llegó la fiesta. La fiesta de lo que queremos: ¡un trabajo social bailable!
para continuar en la brecha.
Me siento hoy como un halcón,
llamado a las filas de la insurrección…
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