Hace unos días presentamos en Lleida nuestro último proyecto, GUAU!, que  está hecho con el corazón. Es una experiencia piloto que  permite crear una alianza terapéutica que mejora el bienestar físico, social y emocional de las personas sin hogar y ayuda a que los animales del Centro de Acogida de Animales de Compañía puedan adoptarse en mejores condiciones. En octubre de 2018 comenzó la iniciativa, con la colaboración de la entidad Ilekan, y se lleva a cabo en el CAAC (centro de Acogida de animales de compañía de Lleida), con la participación de 10 personas en situación de sin hogar usuarios/as de nuestros servicios municipales en Lleida (albergue, pisos de inclusión, comedor social, etc).

Buscamos la reciprocidad en cada uno de nuestros proyectos, para poner en valor y potenciar al máximo la autoestima de las personas sin hogar que atendemos.Imagen11

Guau (puedes ver aqui el video) se enmarca en el proyecto:

12697336_1059636650766023_6101824287003791084_oEmpodera’t, que tantas satisfacciones nos está dando y que es capaz de resetear nuestro día a día y el de las personas con las que trabajamos. A través del arte, por ejemplo, buscamos la identificación y el arraigo a la ciudad, o a través de la construcción de muebles con material reciclado, las personas sin hogar aprenden un oficio y crean, con ayuda de los alumnos de diseño de la Escuela de arte municipal, auténticas joyas que regalan a otros Departamentos municipales (por ejemplo, amueblaron parte de los pisos de housing first, hicieron mobiliario funcional para los pequeñajos de las guarderías municipales y últimamente han hecho mobiliario auxiliar para los jóvenes creadores del coworking dheladoe la Concejalía de Juventud)….

Había leído antes sobre las terapias asistidas con animales. “Una forma de trabajo que no es nueva pero aún poco conocida, y que actualmente se utiliza para trabajar con menores en riesgo de exclusión social y niños con autismo o con TDAH, además de con adultos, ancianos o personas con discapacidad física…La Intervención Asistida con Animales (IAA) es una terapia innovadora, con enfoque multidisciplinar, en la que se plantean objetivos terapéuticos y se saca el mayor provecho al vínculo que se establece entre la persona y el animal para crear un ambiente rico en estímulos, lo que permite no sólo rebajar los niveles de cortisol o disminuir la presión sanguínea en aquellas personas con altos niveles de estrés o ansiedad, sino que también aporta en gran medida una mayor motivación a participar en el ambiente social y fomenta la atención  y la concentración en el entorno inmediato.

Este tipo de tratamiento permite trabajar desde una perspectiva más lúdica aquellas patologías que afecten tanto a la salud física como a la salud mental. Los animales, siempre y cuando hayan estado bien seleccionados y adiestrados, sirven como nexo de unión entre el terapeuta y el paciente, que de una manera natural y espontánea mantienen contacto, sin que la persona sea consciente del tratamiento que está recibiendo. Es una manera de hacer que el la persona disfrute de la actividad a la vez que desarrolla habilidades en diversas áreas: motrices, conductuales, de sociabilización, etc.  “[1]

¿COMO ES NUESTRO GUAU? Voy a explicar un día de experiencia directa-.

De vuelta al centro de trabajo con tres de los participantes, después de una mañana llena de emociones tra48412751_195481964740143_2462153374674452480_n (2)bajando com los perros, me dice Fina, en el coche:

-¿Te has dado cuenta, Alba, de  cómo estamos ayudando? Ojalá los adopten a todos, tengan una familia… –se queda pensativa- Y yo también.

Pienso, como una persona que necesita ayuda se plantea como está ayudando a los otros, en este caso, a que un perro, para que tenga familia.

Bien, vamos al principio….

Al llegar al Centro de Acogida de Animales de Compañía (CAAC), no pude contener la pena viendo a los perros en las jaulas, espaciosas, y limpias, pero frías. Algunos contentos, dando saltos, otros tristes, con esa mirada que se te clava en los ojos. Me duele ver esto.  Perros tranquilos, otros enfadados. Deseando salir de las jaulas y correr libres.

Pedro me dice:

-Hoy cogeré este, el que tenía la semana pasada ha sido adoptado, en éste pues no me había fijado antes…. ¡Necesita ir a la peluquería, como yo! Y nos reímos. –mira, ¿ves?, es un perro nervioso, yo soy hiperactivo. Ahora está feo, però pronto estará bien.

-Venga, a ver si te encontramos pronto una casa, -le dice al perro, sonriendo-.

Glups. No entiendo por qué, però en momentos así, espontáneos y potentes, sus expresiones me provocan un nudo en la garganta.

Observo como Pedro ata al perro, lo saca de la jaula con gran determinación, le acaricia, le mira a los ojos y le dice:

-¿Y tú cómo te llamas?

-No tiene nombre, acaba de llegar. – Dice el técnico del Centro-

-¿En serio no tiene nombre? -Dice Pedro- Pues voy a ponerle uno: NERVIO

Poco a poco van sacando a los perros de las jaulas y se dirigen al patio, donde los sueltan y juegan. Corren, saltan se acercan y te dan lametones en la cara. La mayoría no están asustados, se les ve contentos. Pronto será el momento de ponerse a trabajar con la ayuda del clicker y los refuerzos positivos. Educan a los perros, algunos, obedientes, ya saben sentarse con una orden, dar la pata, andar al lado… otros se resisten.

-Nervio  no obedece ni “p’atrás”, ¿ves? -Dice Pedro- ¡no me hace caso! –con paciencia, sigue tirando de él y le da chuches, vuelta a empezar…. joer que paciencia tengo que tener contigo, Nervio… –se ríe-

Alba, La educadora que està desarrollando  el proyecto le dice:

-¿Cómo quieres que te obedezca? Primero te lo tienes que ganar, muéstrale cariño y poco a poco confiará en ti y saldrá adelante. Este perro es un tesoro, ¿no lo ves, Pedro? Si tú confías en los otros, los otros confiaran en tí. El perro ha podido recibir hostilidad, abandono, rabia, malos tratos o quien sabe a lo largo de su vida, no sabemos su historia, ¿no? Por eso, trátale con cariño… tiene que volver a confiar en la sociedad,  en los humanos….  ¿tú crees que podrá?

-Pues claro que sí -dice, asintiendo con la cabeza-

Ahí entendí como a través del perro, las profesionales trabajan también emociones, recuerdos, trayectorias vitales, valores, responsabilidad, afecto… con las personas sin hogar. Alba trabaja el vínculo, hábitos, la responsabilidad… -“Es un efecto espejo”,- dice- El comportamiento de los animales nos ayuda a reflexionar también sobre nosotros mismos. Produce un impacto real en emociones a las que no podemos llegar muchas veces desde la calle o un despacho.

Leyendo en Facebook la página de la Protectora dels animals del Segrià, que van  al CAAC i se llevan a los perros como tránsito a la vida en familia, me quedo perpleja leyendo la historia de Norman a la que sin querer, asocio aspectos de las personas con las que trabajamos.

“NORMAN, NUESTRO DIAMANTE EN BRUTO

Nos encantaría poder anunciar siempre perros perfectos, adaptados, educados, sin miedo ni inseguridades, sin traumas y sin problemas. Nos gustaría tanto que todos ellos fueran como tienen que ser, unos perretes felices y equilibrados, que nunca hubieran sido dejados, repudiados y abandonados…

Pero volvamos de nuevo a la realidad, pues en la realidad encontraremos a Norman.

Norman es un “señor” perro, de unos cinco años de edad, elegante y con mucho carácter. Observa con cierta desconfianza, no le gusta aquello que no espera y tiende a ser dominante con su espacio.

Norman no es un perro agresivo, simplemente en ciertas ocasiones se muestra un poco hosco (arisco, huraño…) pero juega y pasea con nosotros y con otros perretes, aunque sin exponerlo a una situación de estrés (por ejemplo la hora de recreo no lo hace con todos los demás), ya que es mejor ir de poco en poco.

Norman también es cariñoso, busca tus caricias… ¿Quién no desea sentirse querido?, busca tu mirada… ¿Quién no quiere sentir que realmente existe? Él podría llegar a ser un perro ejemplar, el más leal, solo necesita una persona con carácter a su lado que le enseñe aquello que nunca aprendió, que le dé un propósito en la vida, que le enseñe a ser quien tiene que ser, que simplemente, quiera entender cómo es él para darle aquello que necesita. Norman es sencillamente, un diamante en bruto”, dicen.

Pedro, Fina, Carlos, Mohamed…. ayudan a encontrar familia a Norman, Nervio, Márius,  Lincoln…. Leyendo la descripción de Norman, sin querer asimilo situaciones de unos y otros, humanos y animales: ¿quién no necesita una mano amiga que te ayude en los malos momentos, que te aprecie, te saque lo mejor de ti  mismo, y puedas de nuevo confiar en los otros?

Volviendo a Norman y a esta asociación de ideas, pienso en cuantas personas (con o sin hogar) somos imperfectas, inseguras, con traumas o problemas… y como nos  gustaría ser o que fuesen: felices y equilibradas, que nunca hubieran sido olvidadas, repudiadas o abandonadas… personas con  carácter a las que la desconfianza de lugar a creer en uno mismo de nuevo. A veces son o somos hoscos, como Norman, huraños, pero no hay que empujar a nadie, la confianza se recupera a fuego lento.  Ojalá sean capaces de reaprender juntos a buscar y obtener cariño.

Dicen de Norman que podría llegar a ser un perro ejemplar, el más leal.

Pedro, Fina, Carlos, Mohamed, Joan…  han sido personas ejemplares y ahora estan llegando a tener de nuevo un propósito en la vida. Norman es sencillamente, un diamante en bruto. Nuestros chicos y chicas, también.

“BUSCO HUMANO QUE ME QUIERA” dicen en un post  los amigos de la protectora: “¿Que tenemos si mezclamos un48952884_280343276000829_6695194316077268992_n (2) puñado de inocencia, con otro puñado de dulzura, unos cuantos kilos de bondad, un gran saco lleno de lametones, unos cuantos litros de amor y cinco rayos de sol?”… tenemos una experiencia inolvidable.

El hecho de trabajar en un CAAC nos demuestra que favorece el desarrollo de iniciativas de ayuda mutua, en los que animales vulnerables son cuidados, educados y rehabilitados, por personas que también se encuentran en situación de vulnerabilidad. Perros en exclusión social, aislados e invisibles. Personas invisibles que hay que visibilizar desde su lado más humano, sensible y solidario.

Igual no somos tan distintos los animales y los humanos. 🙂

Quiero agradecer a Alba Marqués, nuestra educadora “pequeña”  🙂  por su entrega al proyecto y al trabajo, y a los demás compañeros/as del área de inclusión social que luchan contra viento y marea a pesar de las dificultades (Joan Ramon, Laura, Alicia, Tuixen, Manolo, Cris, Amalia, Eva, Miquel, M José. Noe, Tània, Xus, Abdallah) P’ALANTE!

Puedes ver el video del proyecto aquí

[1] https://www.fundacionquerer.org/intervencion-asistida-animales-terapia-perros/